La flacidez aparece principalmente por la debilidad de los tejidos de sostén de la piel y la pérdida de colágeno y elastina de nuestro cuerpo. La disminución de estas sustancias en nuestra piel se produce principalmente por la edad, a mayor edad menor capacidad de producir colágeno y elastina, por lo tanto la piel tiende a caer.

Puede ser consecuencia de una pérdida de peso acelerada, ya sea de músculo o grasa, embarazos, etc.

Evitar la flacidez 100% no es posible, sin embargo un estilo de vida saludable, puede ayudar a que la flacidez aparezca más tarde y avance lentamente.

Malos hábitos como el tabaco o el alcohol hacen que la piel se resienta y pierda antes su tersura y aspecto saludable.

Es recomendable realizar ejercicio habitualmente, evitar el sedentarismo, y una dieta variada y saludable.

Debido al envejecimiento natural y continuo de los tejidos de la piel es necesario realizar tratamientos de mantenimiento para conseguir resultados más duraderos en el tiempo.

Generalmente los hombres manifiestan este síntoma más tarde que las mujeres y en menos medida, esto se debe las hormonas masculinas y una estructura ósea más fuerte.

Las hormonas masculinas generan más grasa y evitan la flacidez típica del paso de los años. Esto, unido a una estructura mandibular y unos pómulos más gruesos, que sostienen mejor la piel y los músculos del rostro, es el mayor motivo por el que los hombres reflejan menos el paso del tiempo en su piel.

También es cierto que los hombres tienen la piel un 20% más gruesa lo que propicia que los años se dejen ver más tarde en el rostro masculino.

Aunque con una dieta saludable y ejercicio se puede retrasar su aparición, es cuestión de tiempo y edad que ésta termine apareciendo. Por ello se recomiendan tratamientos médicos antiflacidez contrastados para el mantenimiento y combatir la flacidez