La toxina botulínica, más conocida como botox es un medicamento que contiene toxina botulínica A, una sustancia que desde que se comenzó a comercializar se ha utilizado para el rejuvenecimiento facial, aplicándose en los músculos que causan las arrugas o líneas de expresión para eliminarlas mediante la parálisis muscular.
Con el paso de los años, el botox se ha ido utilizando para otras patologías médicas en vez de estar centrado para fines estéticos.
Algunos de los principales tratamientos en los que se utiliza el botox son:
- Estrabismo: consiguiendo una mejora del 70% del estado del ojo y así poder evitar el quirófano.
- Distonía: estas contracciones de los músculos involuntarios pueden ser tratados con botox para reducir o eliminar estas contracciones.
- Blegaroespasmos: esta disfunción del párpado provoca que se cierren los párpados de manera involuntaria, inyectando toxina botulínica conseguimos reducirlo.
- Migrañas crónicas: uno de los tratamientos para pacientes con migrañas crónicas es la inyección de botox cada 3 meses, este tratamiento no soluciona el problema de raíz pero si ayuda a rebajar los dolores de cabeza.
- Hiperhidrosis: la inyección de botox en las zonas que se sufre de hiperhidrosis, consigue un bloqueo de la transmisión nerviosa en la unión neuromuscular, cesando la producción de sudor.
- Incontinencia urinaria en parapléjicos: se infiltra el producto en la vejiga para evitar las pérdidas involuntarias.
Este producto médico ha sido mundialmente famoso durante años para fines estéticos y con él, conseguir una eterna juventud.
Gracias a su composición se ha ido implementando para solucionar diferentes patologías de un modo fácil, seguro y poco invasivo para muchos pacientes.
En Clínica Dermaline contamos con toxina botulínica para tratamientos como la Hiperhidrosis. Si estas interesado en conocer mejor sus ventajas ¡escríbenos!
